Epitomae Liber Secundus

2.13 [4.2] Bellum civile Caesaris et Pompei

2.13 [4.2] Guerra civil entre César y Pompeyo

 

8. Causa tantae calamitatis eadem quae omnium, nimia felicitas. Si quidem Quinto Metello Lucio Afranio consulibus cum Romana maiestas toto orbe polleret recentesque uictorias, Ponticos et Armenios triumphos, in Pompeianis theatris Roma cantaret, nimia Pompei potentia apud otiosos, ut solet, ciues mouit inuidiam.

 

La causa de tal desgracia, la misma de todas, la excesiva prosperidad. Puesto que en el consulado de Quinto Metelo y Lucio Afranio la majestad romana dominaba todo el universo y Roma celebraba en los teatros de Pompeyo sus victorias recientes —los triunfos sobre el Ponto y Armenia—, su excesivo poderío suscitó la envidia, como suele suceder, de ciudadanos que disfrutan de paz.

 

26-29. Anceps uariumque sed incruentum in Hispania bellum cum legatis Gnaei Pompei, Petreio et Afranio, quos Ilerdae castra habentes apud Sicorin amnem opsidere et ab oppido intercludere adgreditur. Interim abundatio uerni fluminis commeatibus prohibet: sic fame castra temptata sunt, obsessorque ipse quasi obsidebatur. Sed ubi pax fluminis rediit et populationibus et pugnae campos aperuit, iterum ferox instat et cedentes ad Celtiberiam consecutus aggere et uallo et per haec siti ad deditionem conpulit. Sic citerior Hispania recepta est, nec ulterior moram fecit. Quid enim una post quinque legiones? Itaque ultro cedente Varrone Gades, fretum, Oceanus, omnia felicitatem Caesaris sequebantur.

 

Indecisa, con resultados diversos, pero incruenta fue la guerra en Hispania con los legados de Cneo Pompeyo, Petreyo y Afranio, a los que, acampados en Lérida junto al río Segre, intenta asediar y cerrar el paso a la ciudad amurallada. Entre tanto, las crecidas del río por la primavera impiden los aprovisionamientos: de esta forma, los campamentos se ven afectados por el hambre y el mismo que sitiaba parecía sitiado. Pero cuando el río volvió a su cauce y dejó libres los campos para el pillaje y el combate, de nuevo los ataca con crueldad y, hostigándoles en su retirada hacia la Celtiberia con trincheras y empalizadas, los obligó por tales procedimientos a rendirse por falta de agua. Así fue conquistada la Hispania Citerior, y la Ulterior no tardó mucho. ¿Qué iba a conseguir una legión cuando habían sido derrotadas cinco? Así pues, al entregarse voluntariamente Varrón, Gades, el Estrecho, el Océano, todo seguía la buena estrella de César.

 

50-51. Multus in eo proelio Caesar mediusque inter imperatorem et militem. Voces quoque obequitantis acceptae, altera cruenta, sed docta et ad uictoriam efficax «miles, faciem feri!», altera ad iactationem conposita «parce ciuibus!», cum ipse sequeretur felicem utcumque in malis Pompeium, si eadem ipsum quae exercitum eius fortuna traxisset.

 

César se multiplicó en esta batalla y combinó funciones de soldado y de general. Se han conservado dos frases suyas —una sangrienta, pero sabia y eficaz para la victoria: «soldado, hiere en la cara»; otra destinada a su vanidad, «perdona a los ciudadanos»—, mientras perseguía a Pompeyo, dichoso con todo, en medio de la desgracia, si le hubiera arrastrado la misma suerte que a su ejército. Sobrevivió a su propio honor para, con mayor deshonra, huir a caballo por el valle de Tempe en Tesalia, para arribar a Lesbos en una navecilla, para considerar en Siedra, peñasco desierto de Cilicia, la fuga al país de los Partos, a África o a Egipto,

 

59. Ac primum proximorum aedificiorum atque naualium incendio infestorum hostium tela summouit, mox in paeninsulam Pharon subitus euasit; inde depulsus in maria mira felicitate ad proximam classem enatauit, relicto quidem in fluctibus paludamento seu fato seu consilio, ut illud ingruentibus hostium telis saxisque peteretur.

 

En primer lugar, alejó los dardos de los enemigos que le asaltaban, incendiando los edificios próximos y el arsenal; luego, ganó con rapidez la península de Faro; arrojandose de allí al mar, alcanzó a nado con sorprendente suerte a su armada que se encontraba próxima, dejando su capa en las aguas, por azar o intencionadamente, para que sirviera de blanco a los dardos y piedras que lanzaban sus enemigos.

 

77-78. Mox circa obsidiones urbium utrimque discursum est, quae miserae inter hos atque illos duces societatis Romanae poenas dabant. Omnium postrema certaminum Munda. Hic non pro cetera felicitate, sed anceps et diu triste proelium, ut plane uideretur nescio quid deliberare Fortuna.

 

Luego, ambas partes se apresuraron a asediar las ciudades que, desgraciadas, entre unos y otros generales, sufrían el castigo por su alianza con Roma. La última de todas las batallas fue Munda. Aquí no gozó de su anterior Fortuna, sino que el combate fue dudoso y durante largo tiempo sombrío, de suerte que parecía que la Fortuna deliberaba, no se sabía qué.

2.18 [4.8] Bellum cum Sexto Pompeio

2.18 [4.8] Guerra con Sexto Pompeyo

 

1-2. Sublatis percussoribus Caesaris supererat Pompei domus. Alter iuuenum in Hispania occiderat, alter fuga euaserat contractisque infelicis belli reliquiis, cum insuper ergastula armasset, Siciliam Sardiniamque habebat; iam et classe medium mare insederat. O quam diuersus a patre! Ille Cilicas extinxerat, hic se piratica tuebatur. Puteolos, Formias, Volturnum, totam denique Campaniam, Pontias et Aenariam, ipsa Tiberini fluminis ora populatus est.

 

Eliminados los asesinos de César, quedaba la casa de Pompeyo. Uno de los dos jóvenes había muerto en Hispania, otro había escapado merced a la huida y, tras reunir los restos de la infeliz contienda, después de haber armado incluso a los esclavos de las prisiones, dominaba Sicilia y Cerdeña. Incluso se había enseñoreado ya del centro del mar con su escuadra. ¡Qué distinto de su padre! Aquél había acabado con la piratería cilicia, éste se defendía con piratas. Saqueó Puteolo, Formia, Volturno, toda Campania, Poncia y Enaria, y la desembocadura misma del río Tíber. Inmediatamente después, al enfrentarse con la escuadra de César, la incendió y hundió.

2.19 [4.9] Bellum Parthicum sub Ventidio

2.19 [4.9] Guerra contra los partos bajo el mando de Ventidio

 

5. Denique, ablata Syria, emanabat latius malum, hostibus sub auxilii specie sibi uincentibus, nisi Ventidius, et hic legatus Antonii, incredibili felicitate et Labieni copias ipsumque Pacorum et omnem Parthicum equitatum toto inter Oronten et Euphraten sinu late cecidisset. Viginti amplius milium fuit.

 

En definitiva, una vez arrebatada Siria, el mal iba a propagarse más lejos, puesto que los enemigos, bajo el pretexto de ayudarles, obtenían las victorias en beneficio propio, si Ventidio, también legado de Antonio, no hubiera vencido a las tropas de Labieno, al propio Pácoro y a toda la caballería parta en el amplio espacio comprendido entre el Orontes y Éufrates.

 

Traducción: Gregorio Hinojo e Isabel Moreno

Texto latino tomado de la edición de Jal (1967). Traducción tomada de Hinojo-Moreno (2000).

Referencias bibliográficas

Jal, P. Florus. Oeuvres. Texte établi et traduit par Paul Jal. Tome I et tome II. Les Belles Lettres. Paris. 1967. Digital edition by the digilibLT group – Università degli Studi del Piemonte Orientale.

Hinojo Andrés, G., Moreno Ferrero, I. Floro. Epítome de la Historia de Tito Livio. Introducción, traducción y notas de Gregorio Hinojo Andrés e Isabel Moreno Ferrero. Gredos. Madrid. 2000. 

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