Himno a Príapo
Salue, sancte pater Priape rerum,
salue, da mihi floridam iuuentam,
da mihi ut pueris et ut puellis
fascino placeam bonis procaci
lusibusque frequentibus iocisque
dissipem curas animo nocentes
nec grauem temam nimis senectam,
angar haud miserae pauore mortis
quae ad domus trahet inuidas Auerni
fabulas manes ubi rex coercet,
unde fata negant redire quemquam.
salue, sancte pater Priape, salue!
conuenite simul quot estis omnes,
quae sacrum colitis nemus puellae,
quae sacras colitis aquas puellae,
conuenite quot estis atque bello
uoci dicite blandula Priapo:
“salue sancte pater Priape rerum”.
inguini oscula figite inde mille,
fascinum bene olentibus coronis
cingite illi iterumque dicite omnes:
“salue, sancte pater Priape rerum”.
nam malos arcens homines cruentos
ire per siluas dat ille uobis
perque opaca silentia incruenta,
ille fontibus arcet et scelestos
improbo pede qui sacros liquores
transeunt faciuntque turbolentos
qui lauantque manus nec ante multa
inuocant prece uos, deae puellae.
“o Priape, faue, alme” dicite omnes,
“salue, sancte pater Priape, salue”,
o Priape potens amice, salue,
seu cupis genitor uocari et auctor
orbis aut physis ipsa Panque, salue.
namque concipitur tuo uigore
quod solum replet, aethera atque pontum.
ergo salue, Priape, salue sancte.
saeua Iuppiter ipse te uolente
ultro fulmina ponit atque sedes
lucidas cupidus suas relinquit.
Te Venus bona, feruidus Cupido,
Gratia et geminae colunt sorores
atque laetitiae dator Lyaeus.
Namque te sine nec Venus probatur,
Gratiae illepidae, Cupido, Bacchus.
O Priape potens amice, salue.
Te uocant prece uirgines pudicae,
zonulam ut soluas diu ligatam,
teque nupta uocat, sit ut marito
neruus sape rigens potensque semper.
Salue, sancte pater Priape, salue.
¡Salve,
Príapo, santo padre de las cosas!
Salve, concédeme una juventud
floreciente. Concédeme gustar
a los muchachos y muchachas buenos
con este miembro tan desvergonzado,
concédeme ahuyentar con diversiones
y frecuentes placeres esas penas
que nos minan el ánimo, concédeme
no temer demasiado a la agobiante
vejez y no angustiarme por el miedo
a la muerte sombría, que nos lleva
al odioso palacio de Ultratumba,
donde un rey retiene los espíritus
de los muertos, lugar del que los hados
nunca permiten retornar a nadie.
Salve, santo señor Príapo, salve.
Reuníos aquí todas las que sois,
muchachas que habitáis el sacro bosque,
muchachas que habitáis las sacras aguas,
reuníos las que sois, decid con vuestra
voz delicada al guapo Príapo: “¡Salve,
Príapo, santo padre de las cosas!”
Depositad después en mi entrepierna
mil besos, con guirnaldas aromáticas
rodead este miembro, y nuevamente
decidle todas juntamente: “¡Salve,
Príapo, santo padre de las cosas!”
Pues él, al manteneros protegidas
de los malvados hombres sanguinarios
hace posible que crucéis los bosques
y parajes umbríos silenciosos
en los que nunca se derrama sangre.
Él mantiene alejados de las fuentes
a los impíos que con pie perverso
transitan las sagradas aguas claras
y las enturbian, y también a aquellos
que se lavan las manos dentro de ellas
y no os invocan antes con un rezo,
diosas jóvenes. “Príapo protector,”
—decid todas ahora— “ayúdanos.
Salve, Príapo santo padre, salve.”
Príapo, poderoso amigo, salve,
tanto si tu deseo es ser llamado
engendrador o autor del mundo, como
naturaleza misma o dios Pan, salve.
Por tu vigor es todo concebido,
lo que llena la tierra, el mar y el aire.
Por ello, salve Príapo, salve, santo.
El propio Júpiter, cuando tú quieres,
deja con gusto su violento rayo
y abandona, transido de deseo,
el luminoso espacio en que reside.
A ti te honran Venus la benévola,
el ardiente Cupido y junto a ellos
la Gracia y sus gemelas, y Lieo
el que nos proporciona la alegría.
Pues sin ti pierden sus encantos Venus
y las tres Gracias y Cupido y Baco.
Príapo, poderoso amigo, salve.
A ti te rezan las doncellas castas
para que sueltes ese cinturón
que lleva atado demasiado tiempo.
A ti te invoca la mujer casada
para que tenga su marido el miembro
duro a menudo, y potente siempre.
Salve, santo señor Príapo, salve.
Traducciones: Juan Antonio González Iglesias
Referencias bibliográficas
Codoñer, C., González Iglesias, J.A. (Eds.) Priapea. Anejos de Exemplaria Classica III. Universidad de Huelva. Huelva. 2014. [Edición en línea]